¿Cuáles son las ventajas de la impresión 3D en metal frente a otras técnicas?

La impresión 3D en metal se ha convertido en una tendencia continua en la industria. Su principal ventaja reside en la continua ampliación de la gama de metales, aleaciones y compuestos metálicos que se pueden producir con esta tecnología. Los materiales de impresión 3D disponibles actualmente permiten a los fabricantes producir piezas con cualquier propiedad mecánica y química deseada. Sin embargo, existen otros beneficios al producir piezas metálicas con impresión 3D en lugar de tecnologías tradicionales.

Reducción de los plazos de entrega

En primer lugar, la ventaja más conocida de la fabricación aditiva es una transición más rápida desde la etapa de diseño hasta la producción de la pieza final. La mayor parte del tiempo se ahorra debido a cuestiones de instrumentación. Por lo general, no se requieren herramientas ni dispositivos de mecanizado específicos para procesar la pieza después de imprimirla en 3D. El operador sólo necesita retirar elementos como las estructuras de soporte, creadas durante el proceso de impresión. Esto permite disminuir significativamente el tiempo de posprocesamiento. No es necesario mecanizar la pieza mediante fresado o torneado para ajustar su forma. El mecanizado, que antes era necesario para crear agujeros o añadir otros elementos de conexión, ya no es necesario. Por tanto, la impresión 3D de piezas metálicas se traduce en acortar los plazos de entrega a días en lugar de semanas.

La producción de grandes series de los mismos elementos mediante moldeo por inyección puede resultar económicamente razonable. Sin embargo, primero es necesario fabricar los moldes y luego optimizar la velocidad de la línea de producción y de toda la fábrica. Como resultado, obtener la primera pieza puede tardar entre 15 y 60 días, mientras que en el caso de la impresión 3D, el tiempo de entrega puede reducirse a solo 2 o 3 días.

Ventajas de costes gracias a la reducción del desperdicio de material

Otra ventaja que se obtiene al producir metal mediante fabricación aditiva es la reducción del desperdicio de material. En la impresión 3D de metal, la materia prima se agrega y se forma capa por capa, en lugar de restarse o recortarse de una figura sólida a granel. Por lo tanto, el material se coloca sólo donde se necesita y se reduce el coste del material primario utilizado para producir un componente . Eso hace que la impresión 3D sea una tecnología que ahorra recursos.

Además , las piezas rediseñadas para la impresión 3D pueden alcanzar una masa final igual a ¼ del peso de la versión anterior. Puede resultar beneficioso para aplicaciones automotrices y aeroespaciales.

Nuevo enfoque del diseño.

Al observar las piezas metálicas desde la perspectiva del diseñador, las tecnologías de impresión 3D permiten la producción de estructuras únicas y complejas. Tradicionalmente, algunos elementos que no se pueden convertir deben agregarse al elemento en la posproducción. Por ejemplo, agregar agujeros y roscas requiere mecanizar la pieza después de retirarla del molde. Eso aumenta el tiempo y el esfuerzo necesarios para fabricar la forma deseada. Gracias a la fabricación aditiva , la complejidad de la pieza no genera costes adicionales. Donde antes era necesario utilizar varias piezas separadas dentro de una estructura retorcida o soldada, ahora solo se requiere una pieza. Y se puede fabricar de una sola pieza. Lea nuestro artículo sobre cómo diseñar para impresión 3D en metal para obtener más información sobre algunas reglas y consejos generales.